Oil industry as an urban actor in Barrancabermeja (Colombia) and Comodoro Rivadavia (Argentina), 1907-1938
Javier Eduardo Serrano Besil
Instituto de Investigaciones Gino Germani
El establecimiento de la industria petrolera en territorios poco urbanizados genera la aparición de dos núcleos de población diferenciados, pero íntimamente ligados. Por una parte, el Company Town: allí la industria produce, organiza y divide el espacio procurando satisfacer las necesidades de sus empleados al tiempo que garantiza el orden y la continuidad de la producción; por otro, un núcleo poblacional que adquiere un rol complementario a aquel que tomó una única función productiva. Allí la ciudad es producida por actores más diversos, aunque con una fuerte influencia de la empresa petrolera.
El trabajo busca analizar el papel de las empresas petroleras como principales actores en la producción de la ciudad y la reproducción social, tanto al interior de sus fronteras territoriales como afuera de ellas, tomando como casos de análisis las ciudades de Barrancabermeja (Colombia) y Comodoro Rivadavia (Argentina) durante las primeras décadas de explotación petrolera, 1907-1938. Analizaremos las tensiones entre las administraciones locales y de la industria teniendo como eje la intervención de la Tropical Oil Company y la Yacimientos Petrolíferos Fiscales en la ejecución de obras de equipamiento urbano y servicios públicos.
The establishment of the oil industry in less urbanized areas generates the emergence of two distinct population centers, but intimately linked. On one side, the Company Town, there the industry produces, organizes and divides the space trying to satisfy the needs of its employees while guaranteeing order and continuity of production; on the other, a population nucleus that acquires a complementary role to that which took on a single productive function. There the city is produced by more diverse actors, although with a strong influence of the oil company.
The work seeks to analyze the role of oil companies as the main actors in the production of the city and social reproduction, both within their territorial borders and outside them, taking as cases of analysis the cities of Barrancabermeja (Colombia) and Comodoro Rivadavia (Argentina) during the first decades of oil exploitation, 1907-1938. We will analyze the tensions between local administrations and the industry, focusing on the intervention of Yacimientos Petrolíferos Fiscales and the Tropical Oil Company in the execution of urban equipment and public services.
Petróleo, Urbanización, Industria
Oil, Urbanization, Industry
El establecimiento de la industria petrolera1 en territorios poco urbanizados generó en Barrancabermeja (Colombia) y Comodoro Rivadavia (Argentina) la aparición de núcleos de población diferenciados, pero íntimamente ligados. Por un lado, los campamentos petroleros2: allí la industria produjo, organizó y dividió el espacio procurando satisfacer las necesidades de sus empleados al tiempo que intentaba garantizar el orden y la continuidad de las actividades productivas; por otro, un núcleo poblacional que adquirió un rol complementario a aquel que tomó una única función. Afuera de los límites del campamento, la ciudad fue producida por actores más diversos, aunque con una marcada influencia de la empresa petrolera instalada en sus inmediaciones.
En los territorios en los que se estableció la industria un factor en común fue el crecimiento poblacional a ritmo acelerado. Este proceso se tradujo en un rápido proceso de urbanización y una dinámica habitacional marcada por el déficit desde la génesis del poblado. Al localizarse alrededor de los yacimientos, la industria no obtuvo las ventajas comparativas que ofrecen las grandes ciudades –particularmente una reserva importante de mano de obra, equipamientos de uso colectivo consolidados y un amplio mercado– y, al ser la primera en necesitarlas para garantizar la producción, se vio obligada a hacer o contribuir en la ejecución de las obras de infraestructura necesarias pero que son estériles en la creación de plusvalía.
En este trabajo analizamos el papel de las empresas petroleras como actores principales en la producción de la ciudad, tanto al interior de sus fronteras territoriales como afuera de ellas, tomando como casos de análisis Barrancabermeja (Colombia) y Comodoro Rivadavia (Argentina) durante las primeras décadas de explotación petrolera, 1907-1938. Analizaremos también las tensiones entre las administraciones locales y la administración de la industria teniendo como eje la intervención de la Tropical Oil Company (TOC) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) en la ejecución de obras de equipamiento urbano y servicios públicos.
El trabajo se divide en tres partes. En la primera exploramos y analizamos el establecimiento de la industria petrolera en los dos territorios; en la segunda centramos nuestra atención en los cambios demográficos y espaciales acaecidos tras el inicio de la explotación; por último, analizamos la participación de las empresas petroleras en la producción de las dos ciudades. Las fuentes para el trabajo fueron, fundamentalmente, las actas de los consejos deliberantes de las dos ciudades que reposan en el Archivo Histórico Municipal de Comodoro Rivadavia y el Archivo Histórico del Concejo Municipal de Barrancabermeja.
El trabajo tiene como eje la concepción del espacio como un “conjunto indisociable del que participan, por un lado, cierta disposición de objetos geográficos, objetos naturales y objetos sociales, y por otro la vida que los llena y anima, la sociedad en movimiento” (Santos, 1995, p. 28). Por lo anterior, y como señaló Sánchez “las transformaciones serán consecuencia resultante de la actuación combinada de ciclo de la naturaleza y de la acción humana articulada en un sistema-estructura propio de cada momento” (1991, p.52). En términos generales, las industrias son atraídas a las áreas urbanas consolidadas por la existencia de infraestructuras de uso común, disponibilidad de mano de obra y un mercado establecido. Sin embargo, algunas actividades industriales y mineras se ven obligadas a localizarse en los yacimientos y cuando la ubicación es remota el proceso es inverso: la industria genera la urbanización. En resumen, consideramos que la espacialización de la producción en el marco social determina el carácter particular del proceso de urbanización.
En Barrancabermeja se conocía la existencia de petróleo desde antes de la colonización de los españoles. Algunos cronistas de la conquista relataron el uso que daban los indígenas Yariguíes al líquido bituminoso que brotaba naturalmente del suelo (Villegas, 1999). A pesar de ello, y de la ubicación privilegiada a orillas de la principal arteria fluvial del país, el territorio que hoy es el pilar de la economía petrolera de Colombia fue prácticamente desconocido hasta el comienzo de la explotación de hidrocarburos. José Joaquín Bohórquez es reconocido en los libros de historia como la primera persona que se interesó por los yacimientos con fines comerciales. Él intentó, sin éxito, atraer capitales a la zona para adelantar las labores de extracción. Sin embargo, conoció a Roberto De Mares quien, tras conseguir que el Estado colombiano otorgara la concesión de tierras para la explotación logró traspasarla a una empresa norteamericana subsidiaria de la Standard Oil de Nueva Jersey.
Tras superar una serie de dificultades burocráticas, y una vez oficializado el traspaso de la concesión De Mares, la producción de la Tropical Oil Company comenzó sin demora y creció a un ritmo galopante (Santiago, 1986), como se aprecia en la Tabla N.º 1. En Barrancabermeja encontramos un caso típico de enclave industrial, ya que se da la
la implantación del capital y su tecnología en un espacio determinado (localizado) a fin de aprovechar unos recursos o unas condiciones naturales allí presentes, de manera totalmente desarticulada del resto de la región y de la economía (Dureau y Flórez, 2000, p. 17)
Tabla 1. Producción de la Tropical Oil Company en barriles de 42 galones en Barrancabermeja, 1921-1940.
Año | Producción | Año | Producción |
---|---|---|---|
1921 | 66.750 | 1931 | 18.222.424 |
1922 | 322.786 | 1932 | 16.382.645 |
1923 | 424.875 | 1933 | 13.220.756 |
1924 | 444.744 | 1934 | 17.332.351 |
1925 | 1.006.708 | 1935 | 17.710.803 |
1926 | 6.442.530 | 1936 | 18.598.474 |
1927 | 14.928.280 | 1937 | 20.091.540 |
1928 | 19878720 | 1938 | 21303325 |
1929 | 20.193.253 | 1939 | 22.112.572 |
1930 | 20.222.710 | 1940 | 21.159.224 |
Fuente: Elaboración propia con base en Santiago Reyes (1996)
El petróleo de Comodoro Rivadavia fue descubierto el 13 de diciembre de 1907. Una máquina que buscaba agua se topó con el yacimiento hidrocarburífero y cambió para siempre la matriz económica de la ciudad. A pesar de que el hallazgo de petróleo en la zona fue catalogado como relativamente sorpresivo (Bandieri, 2005; Solberg 1986; Gadano, 2006), este fue resultado de perforaciones exploratorias que habían comenzado unos años antes. Antes del descubrimiento, el Estado, bajo la conducción de Julio A. Roca, “creó dentro de la estructura del Ministerio de Agricultura una comisión para estudiar las napas de agua y los yacimientos […] el ingeniero Enrique Hermitte fue puesto al frente” (Gadano, 2006, p. 22). El pequeño poblado había tenido un lento crecimiento poblacional debido a las dificultades geográficas y a la escasez de agua. Sin embargo, después de 1907 el ritmo fue ascendiendo en consonancia con los incrementos de la producción petrolera.
A diferencia del caso colombiano, el petróleo argentino descubierto en Comodoro Rivadavia no fue entregado a una empresa extranjera para su explotación, sino que fue explotado por una empresa estatal organizada sobre la marcha para tal fin. La decisión de estatizar la producción de petróleo, aunque no ajena a controversias y debates, tuvo como base varios aspectos fundamentales. Según Gadano (2006), en primer lugar la reserva que decretó el presidente Figueroa Alcorta alrededor del descubrimiento; en segundo lugar, el hecho de que el petróleo fue encontrado en un Territorio Nacional y no en una provincia; en tercer lugar, la dependencia energética de Argentina con Inglaterra; por último, y no menos importante, Argentina era uno de los principales consumidores de energía de América Latina por lo que la cuestión del nacionalismo petrolero resultaba esencial para el autoabastecimiento que impulsaría el proceso de industrialización.
La producción en Comodoro Rivadavia se mantuvo en niveles ínfimos durante los primeros años. Una combinación de falta de experiencia, presupuesto y decisión dificultaba las labores (Solberg, 1986). El ritmo de la industria comenzó a acelerar al comenzar la segunda década del siglo xx, y su velocidad se reafirmó tras la creación, en 1922, de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, bajo la conducción de Enrique Mosconi.
Tabla 2. Producción de petróleo en Comodoro Rivadavia en metros cúbicos y diferenciada según origen, 1907-1940
Año | YPF | Particular | Total | Año | YPF | Particular | Total |
---|---|---|---|---|---|---|---|
1907 | 16 | 16 | 1924 | 465.724 | 261.530 | 727.254 | |
1908 | 1.821 | 1.821 | 1925 | 596.381 | 337.567 | 933.948 | |
1909 | 2.989 | 2.989 | 1926 | 707.969 | 505.831 | 1.213.800 | |
1910 | 3.292 | 3.292 | 1927 | 772.645 | 515.438 | 1.288.083 | |
1911 | 2.082 | 2.082 | 1928 | 769.050 | 534.054 | 1.303.104 | |
1912 | 7.461 | 7.461 | 1929 | 807.213 | 490.497 | 1.297.710 | |
1913 | 70.733 | 70.733 | 1930 | 721.592 | 488.711 | 1.210.303 | |
1914 | 43.740 | 43.740 | 1931 | 748.337 | 747.809 | 1.496.146 | |
1915 | 81.580 | 81.580 | 1932 | 788.899 | 844.791 | 1.633.690 | |
1916 | 129.780 | 7.771 | 137.551 | 1933 | 816.281 | 822.021 | 1.638.302 |
1917 | 181.621 | 10.750 | 192.371 | 1934 | 760.018 | 865.528 | 1.625.546 |
1918 | 197.578 | 17.280 | 214.858 | 1935 | 857.026 | 956.488 | 1.813.514 |
1919 | 188.095 | 23.186 | 211.281 | 1936 | 1.018.299 | 979.120 | 1.977.419 |
1920 | 226.545 | 35.379 | 261.924 | 1937 | 1.132.185 | 999.062 | 2.131.247 |
1921 | 276.807 | 49.180 | 325.987 | 1938 | 1.279.300 | 964.040 | 2.243.340 |
1922 | 343.889 | 106.439 | 450.328 | 1939 | 1.316.931 | 1.034.335 | 2.351.266 |
1923 | 408.139 | 114.916 | 523.055 | 1940 | 1.346.539 | 1.034.428 | 2.280.967 |
Fuente: El Rivadavia (1957)
Guardando las diferencias que a nivel productivo tuvo la explotación en manos privadas y estatales, Barrancabermeja y Comodoro Rivadavia tuvieron algunos factores en común: hasta el descubrimiento de petróleo eran territorios escasamente poblados y con un clima extremo –calor y humedad en la ciudad colombiana, frío y viento en Comodoro Rivadavia–. A pesar de haber sido fundada en 1536, el geógrafo Aprile-Gniset dató la génesis de Barrancabermeja hacia finales del siglo xix, cuando el diminuto poblado tuvo una modesta economía como bodega y puerto fluvial. Sin embargo, tras el establecimiento de la industria: “Se convierte el villorrio de Barranca en el lugar en donde los aconteceres económicos se hacen visibles y tangibles, donde los acontecimientos diplomáticos tienen una inmediata expresión territorial y espacial” (Aprile-Gniset, 1991, p. 51). La fundación de Comodoro Rivadavia se dio en el contexto del proceso de ocupación e incorporación de los territorios patagónicos al Estado argentino. En 1901 un grupo de propietarios y arrendatarios adujo la “conveniencia en fundar el pueblo sobre la Rada Tilly [...] en vista de que la posición que se indica facilitará el embarque de los productos de aquellas regiones” (Archivo Histórico de la Provincia de Chubut3. 26 de febrero de 1901. Expediente 189, Rollo 56).
Sobre esas coincidencias pudimos observar que la industria petrolera tiene una dinámica espacial que imprime una huella en los territorios en los que se emplaza, una geografía del petróleo.
El cambio más evidente a nivel demográfico es la aceleración del crecimiento poblacional tras el inicio de la explotación petrolera. El ritmo del incremento es proporcional al aumento de producción de los yacimientos. Por esto, en Barrancabermeja la velocidad con la que la Tropical Oil Company comenzó y expandió sus actividades de extracción y refinación se vio reflejada en un incremento poblacional abrupto, un salto que se evidencia en las cifras que se observan en el Gráfico N.º 1. En Comodoro Rivadavia, en cambio, la población fue creciendo más lentamente –como la producción que, como vimos, fue ínfima durante los primeros años a razón de dificultades técnicas y administrativas– pero comenzó a acelerar después de 1922 con la creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales.
Fuente. Elaboración propia a partir de Censos Nacionales de 1918, 1928 y 1938 (Colombia), Galvis (1966), Censos Nacionales de 1914 y 1947 (Argentina) y Censos de Territorios Nacionales de 1912 y 1920 (Argentina).
Como puede observarse en el Gráfico N.º 1, la población de Barrancabermeja creció lentamente hasta 1916-1918, período en el que la Tropical Oil Company se estableció formalmente e inició sus operaciones; a partir de ese momento se evidenció la aceleración del proceso de concentración de población en el área, aumentando rápidamente de 1.450 personas en 1918 a 8.685 diez años más tarde, y alcanzando las 15.401 en 1938. Por su parte, Comodoro Rivadavia en 1905 tenía 312 habitantes, cifras que se elevaron paulatinamente hasta 1920, cuando la ciudad llegó a las 4.398 personas. Desde ese relevamiento hasta 1947 no se realizaron censos en la Argentina.
Las características de la configuración demográfica de las dos ciudades estuvieron notoriamente influenciadas por la contratación de mano de obra de la Tropical Oil Company y Yacimientos Petrolíferos Fiscales. El auge económico puso a Barrancabermeja y a Comodoro Rivadavia como destino de los flujos migratorios nacionales. Por tanto, al observar en detalle la procedencia de la población que migró a las dos ciudades éstas coinciden con los flujos migratorios nacionales. En Argentina entre finales del siglo xix y las primeras décadas del xx hubo seis oleadas migratorias (Devoto, 2007) relacionadas, por un lado, con el ciclo de expansión de las fronteras productivas, que siguió a la ampliación de los límites territoriales y, por otro, con la expulsión de población en Europa por las crisis. En Colombia, en cambio, la migración de población europea al país fue prácticamente inexistente:
Aún cuando han generado [las migraciones] discusiones interminables, las razones del fracaso parecen bastante evidentes: conocimiento precario del país en Europa, bajo nivel de la actividad económica, antigua ocupación de las mejores tierras, dificultades geográficas y climáticas, dificultad de desmonte en medio ecuatorial, ausencia de flujo de inmigración que pudiera iniciar el proceso, debilidad de las finanzas públicas que no pueden reducir los gastos de instalación de los inmigrantes, guerras civiles frecuentes, y competencia de países más prometedores para los inmigrantes (Estados Unidos, Argentina, etc...) (Martínez, 1997, p.7).
En el caso argentino, además, Yacimientos Petrolíferos Fiscales modificó su política de contratación y alteró la composición por origen de la población. Mosconi, entonces a cargo de YPF, aduciendo la alta conflictividad de los trabajadores de origen europeo comenzó un plan de argentinización de la población (Cabral Marques, 2012). El éxito de su programa, sumado al fin de la migración europea masiva y el comienzo de la migración de países limítrofes, particularmente de Chile, reconfiguró nuevamente el origen de la población de Comodoro hacia la década del cuarenta. La población migrante de las dos ciudades estaba compuesta mayoritariamente por varones que llegaron atraídos por las posibilidades de empleo que ofrecía la industria (Serrano Besil, 2018; Cabral Marques, 2012).
Por otra parte, espacialmente la dinámica petrolera configuró poblados íntimamente relacionados pero muy bien diferenciados. Por un lado, el campamento petrolero, con la industria en su interior; por otro, un centro comercial y civil complementario a aquel que tomó un único rol productivo. Esta separación del proceso urbano en varios aglomerados es desde nuestra perspectiva, la consecuencia más notable de la instalación de la industria petrolera en territorios escasamente habitados. Esta distinción nos permitió preguntarnos si era correcto asumir que Comodoro Rivadavia y Barrancabermeja eran ciudades petroleras cuando en realidad eran ciudades comerciales impulsadas por el auge de la actividad extractiva.
La distinción a la que hacemos mención era de hecho bien conocida en ese momento. En 1915 se trató en la municipalidad de Comodoro Rivadavia un proyecto para la división del ejido del pueblo que incorporaba al mismo el campamento de la administración petrolera. Leopoldo Sol, entonces administrador de la explotación, respondió a la brevedad:
“Quizás fundada en una errónea interpretación de los antecedentes, la municipalidad de Comodoro Rivadavia crea tener jurisdicción sobre la zona de reserva donde existe el campamento de la explotación, pero si se tiene presente que de acuerdo con la ley número 7059 no pueden hacerse, ni se han hecho ni se harán concesiones de tierra dentro de esa zona, el criterio basado en las leyes 331.617 no es aplicable a nuestro caso y la acción de la municipalidad quedado limitada, en virtud de la ley 7059 citada, únicamente a lo que es propiamente el pueblo de Comodoro Rivadavia”. (AHPCH. Expediente 3420, rollo 127. 20 de octubre de 1915).
En Barrancabermeja la distinción entre la ciudad petrolera y la ciudad comercial era igualmente evidente, agregándose que era consecuencia de una actividad de naturaleza extractiva-colonialista, la industria norteamericana que explotaba y dominaba una parte del territorio colombiano:
Una cuadra antes de llegar al río, cruzó a mano derecha y, efectivamente, divisó una gran verja de hierro inexpugnable, coronada de púas; esta era la verja que separaba la Barrancabermeja colombiana de la Barrancabermeja gringa. Era una especie de frontera entre Colombia y Gringolandia (Buenahora, 1982, p. 29).
Los dos espacios estaban perfectamente diferenciados incluso en la vida cotidiana. Una solicitud para la construcción de una cancha de futbol en los límites de Comodoro Rivadavua aducía que así la gente “podrá presenciar en su propio pueblo las justas deportivas, sin dar el triste espectáculo de dirigirse todos los domingos a los Yacimientos Petrolíferos Fiscales, obligados por la necesidad que dejamos expuesta” (Archivo Histórico Municipal de Comodoro Rivadavia4, 29 de abril de 1929, Expediente 222, letra C). La cita anterior no solo devela la latente distinción de los dos espacios, sino también las diferencias entre uno y otro en lo que refiere a infraestructuras.
Como afirmamos antes, el descubrimiento de los yacimientos hidrocarburíferos en Colombia y Argentina tuvo lugar en zonas poco pobladas y por tal motivo la relación entre industria y ciudad se dio a la inversa. Si, como mencionamos antes, la industria generalmente se instala en las ciudades atraída por la presencia de una reserva de mano de obra, mercado y equipamientos colectivos preexistentes; en nuestros casos de análisis su emplazamiento obedeció a la existencia e inmovilidad de los yacimientos. Como señaló Castells: “allí donde hay facilidades de funcionamiento, y en particular de materia prima y medios de transporte, la industria coloniza y suscita la urbanización” (Castells, 2012, p. 87).
Esta “relación a la inversa” entre industria y ciudad tiene como consecuencia la inexistencia en el territorio de lo que Topalov denominó “condiciones de la reproducción social ampliada de la fuerza de trabajo”, que en términos generales significa la existencia de medios de consumo e infraestructuras físicas, y equipamientos de uso colectivo. Siguiendo la premisa de la rentabilidad, Topalov afirmó que “el capital no producirá los elementos no rentables del valor de uso complejo urbano” (1979, p. 15), por la contradicción existente entre equipamientos de uso colectivo y mercancía: “su uso no puede ser privado, en el sentido que el uso por un consumidor no excluye el uso por otro […] el carácter no fraccionable del valor de uso es un obstáculo a su circulación mercantilizada, pero es un hecho de que ciertos casos el capital supo vencer el obstáculo y en otros no” (Ibíd, p. 16).
A pesar de no ser rentables, la industria petrolera se vio obligada a producir esas infraestructuras, que no pudo heredar de la ciudad, para poder asegurar la reproducción social ampliada de la fuerza de trabajo. En primera instancia sus esfuerzos se concentraron en sus propios límites territoriales y en las necesidades más urgentes. Por tal razón, la Tropical Oil Company y Yacimientos Petrolíferos Fiscales garantizaron, en primer lugar, la vivienda a sus trabajadores, y luego, progresivamente, fueron incorporando a sus campamentos servicios públicos. Las empresas proveían agua, luz, gas, escuelas y hospitales para su personal, pero también espacios públicos para el esparcimiento como la cancha de futbol que citamos en un ejemplo anterior.
Afuera de los límites de los campamentos la situación era distinta. Las administraciones locales nacieron después que la industria, y aunque experimentaron el mismo crecimiento poblacional de los campamentos5, el presupuesto para ejecutar las obras de infraestructura básicas no crecía al ritmo de las necesidades6. Por tanto, conscientes de las necesidades y de la influencia del petróleo en la vida municipal, los concejales de Barrancabermeja y Comodoro Rivadavia mantuvieron una tensa relación con las empresas buscando su participación en obras de interés público. Las actas de los órganos deliberantes de las dos ciudades dan cuenta de lo dicho.
En 1915 por ejemplo, desde la comuna de Comodoro Rivadavia se solicitó la creación de un impuesto por tonelaje a la exportación de petróleo desde el puerto de la ciudad porque hacía falta en el erario el dinero necesario para la realización de obras de carácter urgente, aduciendo además que el municipio tenía como única fuente de ingreso la ganadería ovina.
“Entre esas obras a ejecutarse en la comuna con sus entradas actuales no puede absolutamente afrontar están: la creación de un hospital que reclama la asistencia pública; la necesidad de tener un depósito de aguas corrientes para captar y filtrar las que nos llegan, que en la forma en la que se utilizan constituyen un peligro para la saludo del pueblo; la pavimentación de los caminos de entrada a Comodoro Rivadavia por el lado norte (camino de los Boers) a base de hormigón y granito, camino que une a Comodoro Rivadavia con las Petroleras del gobierno y Kilómetro 5 donde están radicados los talleres del ferrocarril al lago de Buenos Aires, ambos puntos con una gran densidad de población; la iluminación del pueblo por un servicio comunal; la apertura del camino hoy inaccesible para entrar y salir de C. Rivadavia por el costado sud y que hoy se hace con grandes sacrificios por la playa marítima interceptada por las altas mareas, obstaculizando el intercambio de C. Sarmiento, Bahía sin Fondo, Caleta Olivia, el mercado propio de abasto con todos los buenos servicios reclamados por las últimas exigencias higiénicas; la formación de una gran plaza de frutos al sur de la actual estación del ferrocarril, cuyos terrenos a bajo nivel será necesario levantar para los futuros galpones de frutos del país; y todas las mejoras que exigen los adelantos modernos y que sería largo enumerar, nos han obligado a elevar la presente solicitud para el estudio y anotación de nuestro pedido” (AHMCR. Mesa de Entradas: expediente 20 de fecha 13 de abril de 1915).
A esa solicitud, el administrador de YPF en Comodoro respondió que:
“el vecindario de Comodoro Rivadavia ha recibido ya, recibe y recibirá grandes beneficios con el establecimiento de la explotación fiscal de los yacimientos petrolíferos, que no solo ha traído una valorización a las propiedades particulares, sino también un aumento de población, lo que ha dado lugar a un desarrollo del comercio y bienestar consiguientes”
y agregó además que
“está estudiando la mejor manera de aprovechar el gas que producen los pozos y una vez llevadas a cabo las obras respectivas el vecindario de Comodoro Rivadavia tendrá gas para toda clase de uso doméstico e industriales a muy poco costo con grandes y positivas ventajas para la economía y progreso de la región”.
Aunque YPF participó efectivamente de la realización de obras públicas y de la prestación de servicios básicos, no lo hacía de forma gratuita. Aunque los usuarios no pagaban de forma directa a la empresa petrolera, sino que lo hacían a la municipalidad que se encargaba del cobro. Varias veces se intimó a la ciudad que de “no proceder a la amortización de la deuda pendiente, esta administración (...) procederá a suspender los suministros de gas y agua” (AHMCR. Fondo Mesa de entradas. 31 de marzo de 1936), al tiempo que se advertía a los usuarios que la decisión de la suspensión no era del agrado de la empresa pero que no podía ser de otra forma, ante el incumplimiento de la municipalidad.
En Barrancabermeja, las actas del Concejo Municipal también dejaron constancia de las sucesivas comisiones creadas para negociar con la Tropical Oil Company su participación en diversas obras para la comunidad, ajenas a las actividades de explotación y fuera de sus limites territoriales.
“Manifestando que lo relacionado con la luz no es posible conseguirlo por haber algunas dificultades; que en cuanto al agua y cárcel la empresa se encuentra bien interesada y que pronto se conseguirá que se principie a trabajarse en dichas obras” (ACMB, Acta 16 del 11 de mayo de 1923).
Dicho esto, la Tropical Oil Company proporcionó al municipio todos los servicios públicos básicos (agua, luz y gas) y además participó de la construcción de obras públicas de interés general, la cárcel y el asfaltado de las calles.
Barrancabermeja quizá se convierte en el poblado más moderno y mejor equipado del país. En menos de diez años y partiendo de nada, se logra la petrolización de algunos tramos de calles (por primera vez en Colombia), el ferrocarril, oleoducto, muelle en concreto y puerto de vapores donde además llegan hidroaviones del correo, edificio del Cuartel de Policía, Cárcel nueva, capilla remodelada y modernizada, cinematógrafo, automóviles, billares y pianolas, hospital y dispensario Antivenéreo, alumbrado eléctrico en algunas vías, teléfono y telégrafo, proyectos de alcantarillado y acueducto; todo pagado directamente por la Tropical Oil Company, o en forma indirecta con sus regalías al Estado y el 5% que corresponde al municipio (Aprile-Gniset, 1991, p. 141).
A pesar de la incorporación progresiva de los servicios públicos, la mancha urbana se extendió más rápido de lo que lo hacían las redes de tuberías. En este punto, la autogestión y la participación de los gobiernos locales fueron más importantes que la empresa misma. En Comodoro Rivadavia, por ejemplo:
“Acuérdese el permiso solicitado por los vecinos recurrentes, consistente en la instalación por su exclusiva cuenta de una tubería de gas la que no deberá ser menos de 1’ de diámetro, a lo largo de la calle Chacabuco entre las de Ameghino y Avda. Rivadavia.
Incorporar la cañería que proyectan instalar los vecinos peticionantes a la red municipal existente como prolongación de la misma, declárase de utilidad pública, lo que equivale a establecer que su existencia puede ser usufructuada públicamente y sin ningún gravamen particular” (AHMCR. Libro de resoluciones. Fecha 23 de noviembre de 1923).
En Barrancabermeja ante la demora en avanzar con el servicio de energía eléctrica varias empresas privadas hicieron llegar sus propuestas. En este caso fueron desestimadas todas, y la administración local se hizo cargo, mediante la consecución de un empréstito, de continuar el avance de los servicios.
De esta forma, el crecimiento de las dos ciudades quedó atado a los vaivenes de la industria petrolera. Esta no sólo marcaba la dirección y ritmo del crecimiento urbano, sino que además decidía y participaba de la ejecución de obras de infraestructura, adquiriendo entonces un rol de administrador paraestatal, llegando a desplazar en algunos aspectos al gobierno municipal. Las mismas municipalidades eran conscientes de su dependencia y procuraron lograr la participación de las empresas en sus decisiones para ampliar su presupuesto, por entonces limitado.
Por último, la empresa petrolera actuó de forma directa como actor en la producción de su campamento. Allí la materialización espacial de las dinámicas productivas configuró un espacio que reflejaba en lo urbano las jerarquías al interior de las actividades productivas. Se observaron diferencias notorias en el tipo y calidad de las viviendas y por ello se puede pasar de la imponencia del Chalet Huergo a las gamelas para obreros solteros en el campamento de YPF, y de los barrios californianos para los empleados norteamericanos a las casas de madera y adobe de los trabajadores en el de la TOC. El estatus del puesto en la petrolera se hacía visible en la vivienda. El trabajo, de hecho, incluía la vivienda, por lo que al quedar desocupado se era también desalojado. Además de esto, como afirmamos, fue un actor fundamental fuera de sus límites, al punto de que el crecimiento de Barranca y Comodoro estuvo atado a las decisiones que tomaban la TOC y YPF.
El descubrimiento de petróleo y su explotación en Colombia y Argentina tuvo lugar antes de 1920. Como característica común, en ambos casos se dio en territorios escasamente habitados. Los dos pueblos funcionaron hasta ese momento como puerto (fluvial en el caso de Barrancabermeja, marítimo en el de Comodoro Rivadavia). A partir del establecimiento de la industria el crecimiento de las dos ciudades quedó ligado a las decisiones de la industria y su dinámica.
La actividad extractiva e industrial puso a los dos territorios como punto de destino de los flujos migratorios existentes en cada país. Comodoro Rivadavia, durante sus primeros años, recibió una parte de la población europea que por esa época llegaba a la Argentina. La influencia de la empresa petrolera sobre la configuración demográfica de la ciudad fue de una magnitud tal que tras cambiar su política de contratación –plan de argentinización de los trabajadores–, el origen de la población que llegaba a la ciudad cambió, aunque también se modificó por el fin de la inmigración europea y el comienzo de la inmigración limítrofe, particularmente de Chile. En Barrancabermeja, acorde a la inmigración a Colombia, la población extranjera se limitó a los norteamericanos que trabajaban en la Tropical Oil Company, y a algunas familias de sirios y libaneses que, una vez llegados por el Atlántico norte, navegaron a través del río Magdalena y se afincaron en el puerto petrolero; los trabajadores llegaron de las zonas rurales aledañas, y de la costa norte del país.
Espacialmente, el territorio se dividió en dos. Por un lado, el campamento al interior de los límites territoriales de la empresa. Allí las empresas administraban todos los aspectos de la vida, alcanzando a jugar, en muchos aspectos, un rol paraestatal. Afuera de sus límites la ciudad adquirió un rol comercial y administrativo complementario al espacio con un único rol productivo. Ante la ausencia de equipamientos urbanos de uso colectivo, la Tropical Oil Company y Yacimientos Petrolíferos Fiscales tuvieron que asumir la ejecución de las obras necesarias. A pesar de no ser rentables para el capital, YPF y la TOC ejecutaron la totalidad de las obras al interior de su territorio y participaron activamente de la construcción en las ciudades. Las dos empresas participaron de la prestación de servicios básicos y de la construcción de obras públicas ante las recurrentes solicitudes de las municipalidades. La relación entre una y otra fue siempre tensa, aunque ininterrumpida.
La actitud paternalista que parece vislumbrarse en las empresas petroleras no parte de un supuesto interés de beneficiar, desinteresadamente, al pueblo aledaño. Se trató de una decisión que respondió, en principio, a la obligación de satisfacer diversas necesidades para que una reserva de mano de obra pudiera establecerse alrededor de los campamentos petroleros. En el caso colombiano, además, al mismo tiempo se lograba la complacencia de los sectores políticos locales para asegurar la posesión de la concesión obtenida. Es la industria misma la que tiene mayor interés en el avance de las obras de infraestructura para sus propias operaciones porque sin vías de comunicación, viviendas, y servicios básicos la producción no puede llevarse a cabo, y porque son esenciales para la reproducción de la mano de obra.
La empresa petrolera fue, sin duda, el actor más importante en la producción de la ciudad. Su acción no se vio restringida al interior de sus límites territoriales, en dónde construyó un pueblo campamento, sino que participó activamente en la ejecución de obras y la prestación de servicios afuera de sus fronteras, al nivel que el crecimiento de Barrancabermeja y Comodoro Rivadavia quedó atado a sus decisiones.
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Fecha de recepción: Julio 16 de 2019
Fecha de aprobación: Junio 18 de 2020